Un día en que un joven adolescente paseaba por la
playa con su madre, le preguntó.
- Mamá ¿Qué es la amistad?, ¿cómo
hacer para poder conservar un amigo cuando se ha tenido la suerte de
encontrarlo y uno siente que lo quiere?.
La madre miró con ternura a su
hijo, se quedo pensando un momento y entonces se agacho y recogió dos puñados
de arena con sus manos. Luego apretó con fuerza una de ellas, mientras la otra
la mantuvo bien abierta.
- Esto es la amistad querido
hijo, ves como la mano que aprieto con fuerza no puede evitar que se escape la
arena entre los dedos y si más aprieto la arena se escapara igualmente. Así es
la amistad y el amor, cuando queremos apretar al otro para modelarlo a nuestra
imagen y semejanza o queremos que se adapte a nuestros caprichos tarde o
temprano se escapará como la arena, pues el amor y la amistad están hechas para
la libertad, no para vivir prisioneras, ni para aprisionar al otro.
- En cambio mira la mano que tengo abierta, ahí permanece la arena, así
también para conservar los amigos y a quienes amamos, debemos tener las manos y
el corazón siempre abiertos, solo así aunque no estén contigo estarán siempre
junto a ti.