Parroquias de Alcadozo y Liétor: abril 2020

EVANGELIO DEL JUEVES 30 DE ABRIL. SEMANA 3 DEL TIEMPO DE PASCUA.



EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: - «Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios". 

EUCARISTIA. SANTA MARTA

EVANGELIO DEL MARTES 28 DE ABRIL. SEMANA 3 DEL TIEMPO DE PASCUA


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: - «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo."» Jesús les replicó: - «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.» Entonces le dijeron: - «Señor, danos siempre de este pan.» Jesús les contestó: - «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.»

Juan   6, 30-35


QUÉ ES EL MANA ISRAELITA



Para los judíos hubo un «pan del cielo» que comieron durante su estancia en el desierto: el maná. Este «pan» especial con el que se alimentaba el pueblo de Israel en su caminar por el desierto, forma parte de las imágenes de la religiosidad popular judía.

El maná tiene una explicación natural: existe una especie de árbol en la península del Sinaí, conocido como «tamarix mannifera», en el que viven dos tipos de cochinilla que segregan gotas de un producto apto para la alimentación humana. 

Estas gotas son del tamaño de una lenteja pequeña. Las secreciones gotean por la corteza del árbol con el calor, y se endurecen con el fresco de la noche. En las primeras horas de la mañana tienen un color blanquecino, que más tarde se transforma en amarillo parduzco. Posee un sabor dulce como la miel. Y puede ser molido y triturado para hacer posteriormente tortas.

Su sabor era como el de torta amasada con aceite. Parece ser que su denominación proviene la palabra egipcia «man». En hebreo «maná» significa «¿qué es esto?» Por estos motivos históricos, cuando los judíos hablaban de “pan del cielo” no entendían lo mismo que pretende decirles Jesús.

EVANGELIO DEL SÁBADO, 25 DE ABRIL. FESTIVIDAD DE SAN MARCOS


EVANGELIO
En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once, y les dijo:
–Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado.
A los que crean, les acompañaran estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos.
El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban.

Marcos 16, 15-20

COMENTARIO

Probablemente, en la cultura judía del momento, serpientes y espíritus fueran maneras de nombrar a dos “grandes amenazas” para la estabilidad de la época: los espíritus porque “deformaban” el interior del ser humano, y serpientes y venenos porque, en un pueblo nómada cómo había sido el judío, eran un continuo problema en sus viajes.

En el fondo, Marcos presenta la figura de Jesús como la de aquel hombre que nos permite “vencer” los grandes miedos del ser humano. 

El mensaje, fuera del ropaje cultural de aquella época, sería: “no tengáis miedo a nada, Dios está de vuestra parte, sólo Él es la verdad, no temáis a otros poderes". 

Yo imagino a aquellos primeros cristianos más que cogiendo serpientes, “comiéndose el mundo”, humanizándolo.

Hoy, en nuestra cultura, cada uno de nosotros deberíamos hacer una lista de nuestros miedos y amenazas, de nuestras instancias des-humanizadoras y de nuestras impotencias. 

Este ambiguo mes que estamos viviendo, entre otras cosas, nos está permitiendo caer en la cuenta de nuestra pequeñez y fragilidad física, pero también de las posibles grandezas de nuestro corazón y de nuestro interior.

En el fondo, el evangelio de hoy nos propone caer en la cuenta de todo lo mejorable que tiene nuestra vida, no para compadecernos de ello sino para transformarlo.

Nos volvemos personas des-creídas cuando a nuestra fragilidad exterior contestamos con fragilidad interior, es decir, cuando nos llenamos de rabia, indiferencia y violencia de nuestros sentimientos.

Quizá, la ascension de Jesús al cielo narrada al final del texto de hoy, pudiera interpretarse como la necesidad que tenemos las personas de echar mano de los más alto y lo más noble que tenemos en los momentos de contradicción cultural.


EVANGELIO DEL VIERNES 24 DE ABRIL. SEMANA 2 DEL TIEMPO DE PASCUA



EVANGELIO
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente dijo a Felipe:
–¿Con qué compraremos panes para que coman éstos ? (lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer).
Felipe le contestó:
–Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro le dijo:
–Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces, pero, ¿qué es eso para tantos?
Jesus dijo:
–Decid a la gente que se siente en el suelo.
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron: sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos:
–Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido.
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
–Este sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo.
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo.
Juan  6, 1-15

EVANGELIO DEL LUNES 13 DE ABRIL, SEMANA 1 DEL TIEMPO DE PASCUA.

EVANGELIO
En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro; impresionadas y llenas de alegría, corrieron a anunciarlo a los discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "Alegraos." Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: "No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán." Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes todo lo ocurrido. Ellos, reunidos con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte suma, encargándoles: "Decid que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras vosotros dormíais. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo ganaremos y os sacaremos de apuros." Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy.

Mateo 28, 8-15

SÁBADO SANTO



LA PALABRA
Por un momento, cuando la Palabra dejó de oírse y la soledad se embriagó de silencio, no hubo mas camino que sentir el corazón herido y esperar... esperar que llegara el día.

Y en ese momento, aparecieron en este sábado de espera las manos de María...manos alteradas por el dolor, pero transidas de una serena rebeldía por la que transita nuestra espera, en esta sociedad herida de prisas, desencantos e incertidumbres.”
(Meditaciones de Semana Santa)

LA EXPERIENCIA

María, en la tradición bíblica, representa la mujer experta en dar pequeños pasos al frente que no tienen vuelta hacia atrás. Eso es interesante.

Ni heroína mitológica, ni virgen a sueldo presente en muchas tradiciones religiosas. Sólo persona y mujer, con decisión.

A base de pequeños “síes”, y en soledad, fue acompañando y poniendo rostro humano al Dios de siempre.

LA CELEBRACIÓN

Este Sábado Santo déjate un instante de soledad sonora y habitada:

1. Contempla a María diciendo Sí en la Anunciación, o señalando al Hijo como aquel que tenía la respuesta en las bodas de Caná, o a los pies de la cruz...simplemente resistiendo.

2. Piensa ahora en ti. Cae en la cuenta de las veces que has dicho un pequeño “Sí”, y ha cambiado o animado la vida de alguien. Decir solo “Sí”, en ocasiones, genera un potencial de vida capaz de poner fin a dinámicas de contradicción y fracaso. 


LA PLEGARIA

¡Señor y dador de vida,
en María reconocemos  un signo posible 
de la comunidad que podemos ser. 
Recordarla en este sábado de esperas, 
significa no cesar nunca de confiar 
en la palabra de aquel que siempre nos invita a la vida,
más allá de nuestros inciertos presentes
Amén!


VIERNES SANTO



LA PALABRA
Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado «de la Calavera» (que en hebreo se dice “Gólgota”), donde lo crucificaron.

Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. 

Y se dijeron: «No la rasguemos, sino echémosla a suerte, a ver a quién le toca»
 (De la Pasión según San Juan)

LA EXPERIENCIA

La lengua griega no conoce el verbo “crucificar”. Por eso San Juan, emplea la palabra “levantar”. Jesús fue levantado. Este juego de palabras joánico es bonito, y expresa cómo Jesús adquiere su mayor dignidad en el momento en que es levantado, es decir, en el momento en que entrega su vida. En la cruz, Jesús siente colmada su vida.

El vestido de una persona es la expresión externa de su dignidad. Ser despojado de el manifestaba indignidad.  El hecho de que su túnica no fuera rasgada revela, simbólicamente, cómo la primitiva comunidad cristiana descubrió en Jesús una fuerza y una vida que va más allá de su muerte. 

Jesús murió, pero la muerte no le arrebato ni el pasado ni el futuro de su vida.


LA CELEBRACIÓN


Te proponemos en este Viernes Santo esta Celebración:

1. Recorre cada rincón de tu casa. Descubre sus en-cruci-jadas. Identifica cada espacio con alguna persona. Da gracias por las veces que pensaste en los demás más que en ti. Eso es entregar la vida.

2. Después siéntate, coge una biblia si las tienes. Busca la pasión según San Juan. Léela con tranquilidad. Quédate con una frase y repítela varias veces.

3. Finalmente, ponte en pie, y siente que has nacido para levantarte y no para arrollidarte. Así lo enseño el Maestro galileo.


LA PLEGARIA

¡Señor y dador de vida,
en Jesús descubrimos el amor más grande, 
manifestado en la ofrenda de toda su historia.
Nosotros pasamos de la muerte a la vida, cada vez que compartimos todo lo que somos y nos ofrecemos mutuamente nuestro día a día.
Ante Ti que vives y amas 
y atraviesas la memoria del tiempo
Amén!