Parroquias de Alcadozo y Liétor: enero 2021

EVANGELIO DEL JUEVES 28 DE ENERO. SEMANA 3ª DEL TIEMPO ORDINARIO.


EVANGELIO
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará con creces hasta lo que tiene.»
Marcos   4, 21-25

MIÉRCOLES DE LA 3 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO.



EVANGELIO
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.» Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Marcos 4, 1-20
COMENTARIO

En la parábola que escuchamos hoy la Palabra, la experiencia de Dios, el Misterio que llevamos entre manos…, cabe que sea no valorado, maltratado, despreciado, asfixiado… “¿y qué?” –vendría a decir a Jesús.

La Palabra adquiere su sentido cuando se pronuncia, y si se pronuncia, cabe que sea acogida, fructificada, despreciada  o malinterpretada. Pero la Palabra no puede ser callada porque no sería Palabra, sino silencio.

Cuando no convertimos en palabra nuestro sentimientos, sencillamente no existen, a no ser que otro lenguaje distinto nos permita expresarlo.

Por eso Jesús, que se siente como Hijo, Palabra del Padre, no puede callarla ante nadie aún a costa de ser silenciado o malinterpretado. Jesús, como Palabra, carecería de sentido si de tal riesgo quisiera cuidarse.

Hoy es un buen día para plantearnos que no podemos ser roñosos en nuestra tarea evangelizadora. Son muchos los momentos en los que nos consideramos jueces de la Palabra: “tu te la mereces… tu no”; pero ante el Maestro de Galilea, generoso Él, a mayor juicio, mayor ridículo; a más sentencia, menos Palabra.

Me imagino a Jesús diciéndonos hoy, “no tengáis miedo a pronunciar la Palabra, aún a riesgo de ser Palabra herida, palabra crucificada”.

EVANGELIO DEL VIERNES 22 DE ENERO. SEMANA 2ª DEL TIEMPO ORDINARIO.

EVANGELIO

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges –los Truenos–, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.

Marcos 3, 13-19

MIÉRCOLES DE LA SEMANA 2ª DEL TIEMPO ORDINARIO. EL EVANGELIO DEL 20 DE ENERO




EVANGELIO

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate (
εγειραι)y ponte ahí en medio.» Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?» Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: «Extiende el brazo.» Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.
Marcos 3, 1-6




 

EVANGELIO DEL LUNES 11 DE ENERO. SEMANA 1 DEL TIEMPO ORDINARIO.



EVANGELIO
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
– «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
– «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a
su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Marcos   1, 14-20

EVANGELIO DEL 10 DE ENERO. FIESTA DEL BAUTISMO DE JESÚS



EVANGELIO
En aquel tiempo, proclamaba Juan:
– «Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»

Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
–«Tú eres mi Hijo amado, mi predilecto.»

Marcos   1,7-11

EL EVANGELIO DE HOY, 9 DE ENERO



EVANGELIO
Después que se saciaron los cinco mil hombres, Jesús en seguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar. Llegada la noche, la barca estaba en mitad del lago, y Jesús, solo, en tierra. Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo. Ellos, viéndolo andar sobre el lago, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque al verlo se habían sobresaltado.
Pero él les dirige en seguida la palabra y les dice: «Ánimo, soy yo, no tengáis miedo.»
Entró en la barca con ellos, y amainó el viento. Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque eran torpes para entender.
Marcos   6, 45-52
COMENTARIO


¿Qué cambió en aquel Jesús lleno de ternura para que unos cuantos años más tarde diera miedo? El Jesús rodeado de ángeles en el pesebre, des-armado de todo poder, años más tarde causaba estupor y miedo, según cuenta el evangelio de hoy.


He de reconocer que cada vez me impresiona más la “combinación” que hace la Iglesia, desde el punto de vista litúrgico, para no llevarnos a engaño a la hora de presentarnos a la figura de Jesús conforme el ritmo celebrativo diario. ¡Toda una posibilidad de leer la Biblia con rigor!

A lo que íbamos, ¿por qué da miedo Jesús? La respuesta es relativamente razonable: porque tiene algo que ofrecer. Efectivamente, aquel niño desarmado, indefenso, aquel raquítico y ridículo Mesías –permítaseme la expresión- de acuerdo a los cánones de la época, casi casi de la noche a la mañana se nos presente revestido de una propuesta de vida alternativa, revelándosenos como una persona transgresora (rompe los limites del territorio judío –evangelio de antes de ayer-) y colocándose en el lugar nada menos que de Yahvé, el innombrable, porque si éste dio maná en el desierto, aquél ofreció pan y pescado, nada menos (evangelio de ayer) . ¿Quién es este hombre?, ésta era la pregunta de muchos contemporáneos e Jesús.

Y la vida se encarga de recordárnoslo cada día; las personas que tiene algo que ofrecer activan lo miedos en nuestro interior. Ciertamente, el miedo no es un sentimiento externo a mi que alguien introduzca en mi interior; el miedo es un sentimiento interior que yo me provoco; en el fondo es un mecanismo de defensa porque me siento desarmado o perdido, debido a que algo o alguien me está desarmando y no se muy bien cómo actuar.

Hay personas neutras y previsibles que no aportan casi nada a la vida. A lo sumo alguna gracieta ocasional o alguna que otra palmadita en la espalda de buen rollito estéril, pero nada más. Ante esas personas la sonrisa facilona y el colegueo permanente es la constante en nuestra posible relación con ellas. Ni miedo ni nada que se le parezca.

Pero luego hay personas “con perfil” que marcan tendencia y no te dejan indiferente. “Dan miedo” porque te desinstalan, te confunden y te hacen caer en la cuenta tanto de tus miserias como de tus posibilidades. Generalmente eso, en la vida, da mucha pereza por aquello de los “dulces encantos” de las esclavitudes personales. Pero al final es lo que te hace crecer más allá de los aparentes “hundimientos momentáneos”, y de la responsabilidad que supone “pensar por ti mismo” en vez de “dejarte pensar” por otro.

Por eso, es una gracia encontrarte con esas personas, a pesar de los miedos y a pesar de lo incómodo del encuentro.

PD: Como siempre, un comentario un poco más técnico sobre este "mar del miedo" puedes encontrarlo en el puntito de más abajo.

http://iglesiadepozohondo.blogspot.com.es/2014/11/espectaculo-espectadores-o-simplemente.html